Por motivos de fuerza mayor, el representante de la FABZ que debía inervenir en el Pleno municipal sobre el azud del Ebro, recientemente averiado, no ha podido hacerlo. El que sigue es el texto que tenía previsto haber leído.
La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza ya nos manifestamos en su momento en contra del azud ahora averiado. En su momento quiere decir cuando, con motivo de la Expo 2008, se decidió construirlo. Todos recordarán aquellos momentos: todo eran prisas, había que tomar decisiones urgentes para llegar a tiempo a la fecha señalada, no había tiempo para el debate sosegado y plural sobre lo que se debía hacer o no. Tampoco para los pertinentes y obligados estudios de impacto ambiental que se realizaban y se aprobaban de la noche a la mañana. Y siempre con el mismo resultado: el de tirar de hormigonera y de cemento para “modernizar” la ciudad y “ponerla en el mapa”. Y el que no estaba de acuerdo era tildado de aguafiestas y de paleto.
El resultado de aquellas prisas, de aquellos urgentes estudios y de aquella modernidad todos los conocemos. Aquí precisamente, en esa santa casa se lo podemos preguntar al interventor municipal o al concejal de Hacienda: la ruina económica que arrastramos desde hace 9 años, –y no sabemos hasta cuándo durará . Y fuera de esta casa, también se lo podemos preguntar al Tribunal de Cuentas.
Y ahora, con la avería de una de las compuertas de ese azud que nos costó más de 25 millones de euros, venimos a intervenir aquí sobre una moción que reclama “proceder a la reparación inmediata” –cito textualmente- de la avería.
Pues bien, ¿vamos a tropezar dos veces en la misma piedra, en el mismo hormigonazo? No soy, no somos en la FABZ, expertos hidrólogos, naturalistas o biólogos, pero haberlos los hay en esta ciudad. No sabemos si lo que dijimos entonces: que las aguas estancadas provocarían la proliferación de algas, suciedad y mosquitos –no conocíamos entonces todavía al mosquito tigre ni a la mosca negra que estos días han llenado con sus picaduras los ya de por sí saturados Centros de Salud.
No me atrevería a asegurar, digo, o en qué proporción, esas aguas que ahí detrás tenemos se deben al efecto del azud. Pero expertos habrá que con tiempo y buenos estudios lo puedan determinar.
Por eso nos parece una OPORTUNIDAD que esta avería dé lugar a que se estudien los efectos del azud y las diferentes opciones que se puedan plantear tanto para paliar la actual situación de pura higiene y salud pública, como de mantener los usos de disfrute del agua y de las riberas para todos y todas.
Digo todos y diferentes opciones, pues en la moción presentada se habla de piragüistas, remeros y deportistas de élite (el otro día unas decenas de ellos se manifestaron entre las “cuqueras” del río). Y quiero recordar lo que también dijimos entonces: siempre se ha practicado el remo y el piragüismo en el Ebro. Incluso las competiciones de lanchas motoras, que ya solo algunos recordamos haber visto. Creo que ya es centenario el Club Helios, y son muchos los deportistas de élite que ha dado a la ciudad. Y sin azud. Sin azud, con la lámina que proporcionaba la simple losa del Puente de Piedra. Simple y tan barata, a distancia infinita de los 25 millones de este azud.
Quiero decir que puede haber soluciones que tengan en cuenta a todos. A todos menos al mosquito tigre y la mosca negra, claro. Con tranquilidad, sin urgencias, con estudios, con expertos, con diálogo. Y busquen los ponentes de la moción otro argumento que los deportistas de élite.
Repito: recuerden los piragüistas de élite que hemos tenido sin azud, y piensen que no creo que les valga como argumento a los miles de personas que han tenido que ir con sus abones encendidos a los Centros de Salud.
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