La Comisión de la Mujer de la FABZ organizó el pasado sábado 11 de noviembre la 10ª jornada contra las violencias machistas, centrada en los colectivos vulnerables.

El Centro Joaquín Roncal de Zaragoza se llenó para asistir a la 10ª Jornada contra las Violencias Machistas que organiza desde hace una década la Comisión de la Mujer de la FABZ, siempre en el mes de noviembre, un mes especialmente dedicado a luchar contra la violencia de género en todas sus formas, ya que el 25 de noviembre se celebra el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

En esta décima edición, la Comisión de la Mujer trajo a varias ponentes para hablar sobre los colectivos vulnerables que sufren especialmente las violencias machistas.

La Comisión de la Mujer dejó claro que no pudieron hablar de todos los colectivos vulnerables, ya que es difícil en un solo día. Según la Estrategia Estatal para combatir las violencias machistas 2022-2025, estos colectivos incluyen, entre otros, a mujeres con discapacidad, mujeres migrantes, mujeres gitanas, mujeres mayores, mujeres en situación de pobreza, mujeres en situación de prostitución, mujeres trans, mujeres intersexuales, mujeres con VIH, mujeres con diversidad funcional, mujeres en situación de reclusión, mujeres en situación de calle, mujeres rurales, mujeres con problemas de salud mental, mujeres con adicciones o mujeres en situación de exclusión social.

Alma López, trabajadora social y especialista en Intervención Social con víctimas de violencia contra la mujer y en colectivos en situación o riesgo de exclusión social ofreció la primera charla sobre la violencia de género en la infancia, esclareció dudas y desgraciadamente puso de relevancia la gran problemática que conlleva una infancia con violencia, sin olvidar los muchos casos de niños y niñas asesinadas por violencia de género.

Miriam, Mayren, Carolina y  Lucía dieron voz y visibilizaron los aspectos que son para sus colectivos grandes dificultades, ser gitana, inmigrante, tener una discapacidad o vivir en un pueblo son aspectos que golpean más fuerte cuando de violencia machista se trata, y más aún cuando se dan múltiples formas de discriminación. Con ellas nos pusimos las gafas violetas para poder empatizar con situaciones diversas que sufren en sus vidas, y aprendimos acciones que podemos llevar a cabo las personas que formamos parte de la sociedad para ayudarlas.

El debate y la conversación se dio en la sala, pero también en los momentos de descanso, más de 100 personas, escucharon, debatieron y  aprendieron juntas.

El broche final lo puso Teatro indigesto, con una magnífica obra de improvisación, IMPROLOVE, donde a través del humor se le dio un repaso al machismo y la risa inundó la sala fortaleciendo las redes vecinales y el feminismo.