La Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza (FABZ) forma parte de las más de 40 entidades que se han agrupado en la Plataforma Zaragoza no se vende para exigir un cambio en el modelo de ciudad impulsado desde el equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza.
Para exigir un cambio en las políticas municipales en muchos aspectos: sociales, culturales, medioambientales, económicos, urbanísticos, etc… se ha convocado una gran manifestación el domingo, 23 de marzo que partirá a las 12:00 horas, desde Glorieta Sasera, con el lema «Zaragoza no se Vende, otra ciudad es posible».

Las más de 40 entidades agrupadas en la plataforma Zaragoza no se vende han consensuado el siguiente manifiesto:
MANIFIESTO ZARAGOZA NO SE VENDE
“Zaragoza no se vende”, que agrupa a más de 40 entidades de Zaragoza, surge con el objetivo de dar respuesta al modelo social y económico que está imponiendo el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza. Un modelo que niega la participación ciudadana en beneficio de la especulación y de grupos financieros
Tenemos un Ayuntamiento cuya única receta es volver a aplicar las viejas políticas de ladrillo y macro evento que nos condujeron a la crisis de 2008 con las ya sabidas consecuencias: desorbitados beneficios para constructoras y sector financiero a costa de lo público, mientras la población se ve abocada al desempleo, los desahucios y el inasumible encarecimiento del precio de la vivienda
Estas políticas basadas en “el pelotazo” implican la descapitalización del municipio mediante la venta de suelo público para el fomento del beneficio privado, mientras se desposee a la población de los equipamientos básicos y necesarios para la vida. Por desgracia, en Zaragoza, de sobra conocemos las consecuencias. La Expo 2008 representó un gasto de 1500 millones de euros de dinero público, dejó una deuda de 600 millones que a día de hoy siguen saliendo de los bolsillos de los y las zaragozanas y supuso la congelación de la inversión en los barrios durante años
Clara muestra de esta apuesta política es la “Operación Romareda”, cuyo sobrecoste ya supera el 100%, pasando de los 80 millones de euros presupuestados a 169 millones, de momento. Se va dando paso y forma a un modelo de ciudad que conlleva este tipo de macro eventos, todos ellos deficitarios, que ocasionan pérdidas millonarias para el anfitrión y acaban pagándose desde lo público.
La excusa de ser una de las sedes del mundial 2030 ya se ha cobrado su primera víctima: el vecindario de Vía Hispanidad-Romareda. El ayuntamiento pretende vender por 67 millones los terrenos del Skate park y el campo de fútbol García Traid para que se construya en ellos una torre de 470 viviendas de lujo, con los que financiar el sobrecoste de la “Operación Romareda”. Una vez más, un jugoso negocio privado despoja al vecindario de Vía Hispanidad y Romareda de espacios verdes, de ocio y de deporte de base.
La sombra de la “Operación Romareda” se alarga hasta barrios del sur como Rosales del Canal, Arcosur y Montecanal, en los que llueve sobre mojado. Estos barrios jóvenes ya están cansados de ver cómo el consistorio prioriza el negocio inmobiliario sobre la calidad de vida, cada vez que vende a constructoras y promotoras las parcelas destinadas a equipamientos públicos básicos. Con estas políticas se les está condenando a ser barrios dormitorio, sin ningún servicio.
Mención aparte merece también la ampliación del Parque Pignatelli con la integración de los antiguos depósitos de agua. Esta nueva parcela debía contener: Centro de Mayores, Biblioteca, Centro Polivalente, Pabellón y Pistas Deportivas, un equipamiento básico necesario para una parte de los distritos Universidad y Centro que adolecen de graves carencias de este tipo. A día de hoy, en esta parcela solo se han construido 65 viviendas libres, cuyo precio llega hasta 750.000€ por piso. Ni rastro de las 30 viviendas de promoción municipal de alquiler asequible para jóvenes y ni rastro del equipamiento
Harina de otro costal es cuando el equipamiento o el servicio supone un negocio privado en sí mismo. Esto sucede con el nuevo hospital privado Quirón, cuya construcción es el aprendizaje extraído de la pandemia por nuestro gobierno municipal y autonómico. El solar para su construcción se recalificó en tiempo récord, con un coste de 3,3 millones de euros para el Ayuntamiento, el vial de acceso ha costado 2,1 millones de euros y está presupuestado un gasto de 500.000 € para su ajardinamiento. Mientras, brilla por su ausencia la mejora de los accesos y transporte al Hospital Royo Villanova, mejora reivindicada desde hace décadas por los barrios adscritos a este hospital
Como no podía ser de otra forma, este modelo de ciudad que se impone desde el Ayuntamiento, también supedita al negocio privado elementos clave para la salud y el bienestar de las personas como el cuidado del medio ambiente en la ciudad y su periferia.
No aborda los problemas ocasionados por la contaminación del suelo, agua y aire, ni apuesta seriamente por la declaración de una amplia zona de bajas emisiones. Tampoco se decide a solucionar los problemas de ruido, siendo que Zaragoza lleva desde el 2003 incumpliendo la normativa europea y estatal y que está demostrado que perjudica de forma grave la salud, vulnera derechos fundamentales y atenta contra el medio ambiente.
El Ayuntamiento está tramitando una modificación del PGOU para permitir que la multinacional Tereos instale una depuradora de residuos industriales en pleno barrio del Picarral junto a viviendas, residencias de mayores y colegios. Todo ello pasando por encima del criterio de un vecindario que lleva décadas reivindicando una reordenación urbana de la zona que reubique las industrias contaminantes fuera del casco urbano, para terminar con la contaminación ambiental que provocan en el barrio y con los fuertes e insalubres ruidos que emiten al vecindario las 24 horas de los 365 días del año. Mientras, los problemas de contaminación de las grandes papeleras de Saica y Montañanesa continúan. Además, sigue sin abordarse el déficit de funcionamiento de las Depuradoras de la Almozara y La Cartuja.
Al Gobierno Municipal y a la alcaldesa Chueca se les llena la boca pregonando que Zaragoza ha sido elegida como una de las 7 ciudades españolas que tienen que dar ejemplo en su compromiso con el medio ambiente y el cambio climático; sin embargo, su práctica es contraria a sus declaraciones. Presumen del bosque de los Zaragozanos, pero olvidan los bosques de la ciudad, las 600 hectáreas de los sotos del Ebro y las 330 de los Pinares de Venecia, que carecen año tras año de un presupuesto que permita un Plan de Gestión y Revitalización. La ausencia de un Plan Especial de la Estepa favorece todo tipode instalaciones en la misma: vertederos, polígonos industriales, parques eólicos y fotovoltaicos y tendidos de alta tensión que destruyen el hábitat de aves en peligro de extinción y provocan la muerte de miles de ejemplares-
Sigue sin existir una política municipal que garantice la protección y el bienestar animal, una convivencia respetuosa y una tenencia responsable, tal como recoge la ley de bienestar animal. Se siguen produciendo talas injustificadas en la ciudad, así como eventos que provocan ruidos y contaminación lumínica en los parques, con su repercusión en la fauna asociada.
Mientras la Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático plantea que una de las mayores amenazas para esta ciudad y para la salud de su población son las altas temperaturas, el consistorio ignora la necesidad de adaptar la ciudad a las olas de calor para cuidar la salud de las personas. Sigue sin planificarse una red de refugios climáticos que atienda a las personas más vulnerables, la remodelación de calles y plazas se realiza sin incorporar pavimentos más permeables y reflectantes que impidan que la ciudad se convierta en una estufa de calor. La renaturalización de nuestras calles y plazas, en especial de los barrios, sigue siendo una asignatura pendiente. Asimismo, se dedica un presupuesto totalmente insuficiente a la urgente necesidad de adaptar los patios de recreo y el interior de las aulas a las cada vez más altas temperaturas que se dan a final de primavera e inicio de verano
Por otro lado, siendo que los fenómenos meteorológicos extremos como consecuencia del cambio climático, van a ser cada vez más recurrentes, como pudimos comprobar en Zaragoza en julio de 2023 en el Barranco de la Muerte, las soluciones e inversiones que se están realizando por parte del Ayuntamiento para disminuir las afecciones ante nuevos episodios no garantizan la protección del Centro Escolar María Zambrano, cuya ubicación debería trasladarse, tal como reconocen el Colegio de Geólogos de Aragón y expertos de la Universidad de Zaragoza.
Consideramos inaceptable el proyecto de ampliación del Parque de Atracciones
Supondrá la tala de más de 2000 árboles y la destrucción para su privatización de 4,4 hectáreas de los Pinares de Venecia, pulmón verde de la ciudad. Estas 4,4 hectáreas de Pinar se van a destruir para cosas tan útiles como la construcción de un parque acuático o el establecimiento de zonas de espectáculos y eventos. Esta actuación también conlleva la privatización de 23.000 metros cuadrados del Pinar para aparcamiento del nuevo parque de atracciones.
Zaragoza ya tiene un parque de atracciones, que es cierto que necesita una reforma, pero que dispone en su recinto de 3 hectáreas que no usa y podría utilizar. Los datos son claros: los parques de atracciones están en crisis y el actual es el uno de los tres en España que son rentables. Mejorémoslo y echemos atrás la Modificación del Plan General de Ordenación Urbana, requisito imprescindible para su ampliación. Es notorio que los grandes parques de atracciones tipo Disney con pretensión de atraer turismo no son ni rentables ni sostenibles.
Esta reforma del parque de atracciones nos suscita varias preguntas: ¿Cuánto nos va a costar destruir nuestro propio pinar para privatizarlo?, ¿Cuánto va a ganar la nueva adjudicataria a costa del dinero y patrimonio público?, ¿De dónde va a salir el agua y en qué cantidad para el parque acuático? ¿Cuántas hectáreas más se van a destruir con las canalizaciones de agua y los nuevos accesos? Y si al final el parque no es rentable ¿quién va a asumir las pérdidas y la deuda?
¿Será que nadie en el Gobierno Municipal sabe que la ampliación del parque de atracciones no es rentable ni sostenible? La respuesta es clara, son perfectamente conscientes, pero este proyecto encaja en la Zaragoza espectáculo de Natalia Chueca.
Bajo estos planteamientos, nuestra alcaldesa, la de las fotos de Instagram, quiere convertir Zaragoza en una ciudad espectáculo, buscando cada vez más una foto en la que salir sonriente, enrolándonos en un carrusel constante de despilfarro de dinero público como, por ejemplo, el espectáculo Luzir en el parque José Antonio Labordeta, la anunciada Fiesta de la Garnacha, el despilfarro de Zaragoza Florece o Zaragoza Luce, entre otros
Está convirtiendo nuestra ciudad en una Zaragoza espectáculo de boato y oropel que devora a su ciudadanía, hace imposible el acceso a la vivienda, cierra los servicios de juventud, penaliza el deporte escolar y de base, excluye a la gente del espacio público, olvida el cuidado de las personas, especialmente de las mayores, y del medio ambiente, ignora la protección y el bienestar animal, margina y penaliza minorías culturales y lingüísticas con el cierre de la Oficina de l’Aragonés y despoja a la ciudad de su condición de solidaria al recortar los fondos destinados a la cooperación al desarrollo. Parece ser que ni las personas que vivimos y trabajamos en esta ciudad, ni nuestra solidaridad cabemos en su Zaragoza de foto
Este es el modelo de ciudad con el que Natalia Chueca quiere “mover economías” ¿pero las economías de quiénes? Este es el modelo que nos impone. Y decimos impone porque la gestión municipal obvia la participación ciudadana, ignora los saberes de las muchas entidades de la ciudad que llevan años aportando propuestas positivas para impulsar una ciudad más justa que no esté al servicio de una minoría privilegiada.
Tenemos un consistorio con el que los servicios básicos y esenciales están presos en contratas que gestionan grandes multinacionales, con escasa supervisión, que se lucran a costa del buen funcionamiento de esos servicios y a costa de las propias personas que en ellos trabajan.
PORQUE HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO, HOY ZARAGOZA SE PLANTA Y DICE BASTA
– Nos oponemos a la ampliación del parque de atracciones más allá de sus límites actuales, así como a la tala de árboles en los Pinares de Venecia
– Nos oponemos a la cesión de parcelas públicas destinadas a equipamientos deportivos, educativos, sanitarios… para otros usos distintos de estos. Denunciamos la venta de parcelas destinadas a equipamientos a Fondos Buitre, como sucede en el ACTUR, primando así el negocio inmobiliario sobre las necesidades de los barrios
– Nos oponemos a la continuidad de fábricas contaminantes en el Picarral y a la construcción de la depuradora de residuos industriales de Tereos a escasos metros de viviendas, residencias de mayores y colegios.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad basado en la especulación inmobiliaria y el macroevento que solo genera deuda, para beneficio de promotoras, constructoras y sector financiero, y que nos priva de derechos básicos como el acceso a la vivienda.
– Nos oponemos a una inadecuada política pública del agua que no invierte en un correcto funcionamiento de las depuradoras y que contamina los ríos
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que no protege su rico patrimonio natural, que sigue sin aprobar un Plan de Protección de la Estepa y que pregona a bombo y platillo el Bosque de los Zaragozanos pero sigue sin invertir en la protección y revitalización de sus bosques y sotos de ribera.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que no aborda la protección de las personas frente al aumento de temperaturas y sigue talando árboles de forma injustificada, en lugar de aumentar el arbolado en calles y plazas, así como en espacios para juegos infantiles y en centros escolares.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que ignora la importancia de su huerta de proximidad, una huerta que podría abastecernos de productos de cercanía, y que sacrifica la huerta de Movera con proyectos fotovoltaicos
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que sigue sin garantizar la protección y el derecho de los animales, incumpliendo la Ley de Bienestar Animal
– Nos oponemos a seguir dejando en manos privadas la gestión del transporte público y a la modificación de las líneas de autobús
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que dificulta la cultura popular y de calle, que pone impedimentos a las comparsas de cabezudos, que cierra espacios culturales, de juventud y de cooperación autogestionados por la ciudadanía y que son sustituidos por la organización de grandes eventos en favor de unas pocas empresas privadas.
– Nos oponemos a esta Zaragoza espectáculo de boato y oropel que devora a su ciudadanía, que nos excluye del espacio público, olvida el cuidado de las personas, ignora la protección y el bienestar animal, margina y penaliza minorías culturales y lingüísticas con el cierre de la Oficina de l’Aragonés y despoja a la ciudad de su condición de solidaria al recortar los fondos destinados a la cooperación al desarrollo.
-Nos oponemos a los acuerdos entre Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza para atraer industria militar. En 1999 Zaragoza fue declarada ciudad de la Paz y así queremos que siga siendo
Queremos una ciudad que ponga la vida en el centro, priorice el medioambiente y las necesidades de las personas. Queremos unos barrios que sean el corazón de la ciudad. Queremos unos barrios vivos en los que desde la infancia a la vejez, disfrutemos de parques, plazas compartidas y espacios de convivencia. Queremos una ciudad alegre y dinámica, donde los zaragozanos y las zaragozanas seamos los protagonistas. Queremos una ciudad para vivirla
PORQUE OTRA CIUDAD ES POSIBLE ¡ZARAGOZA NO SE VENDE!
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