• Nuestra compañera en el movimiento vecinal, que está acusada de desorden público, se encuentra tranquila pero a la vez preocupada a tan sólo tres días de celebrarse el juicio donde el fiscal le pide cuatro años de prisión

El próximo viernes 25 de noviembre, Raquel Tenías será juzgada en Madrid acusada de un delito de desorden público y rotura de mobiliario urbano, además de atentado y daños a un agente de policía en las Marchas de la Dignidad de marzo de 2014.

«Me encuentro tranquila en el sentido de que tengo ganas de que se celebre ya el juicio, que se aclare la situación y se haga justicia. Quiero confiar en nuestro sistema democrático, si no confiara, viviría bastante angustiada. Quiero creer que no te pueden condenar si no hay pruebas y es que no hay ninguna prueba contra las acusaciones que hay sobre mí«. Así se encuentra la zaragozana Raquel Tenías a tan sólo tres días de la celebración del juicio.

Raquel afirma también que vive con preocupación, con ese peso de una acusación de cuatro años de cárcel que ha alterado su vida. 

Una vida que, según dice, durante las dos últimas semanas se ha visto desbordada, en cuanto a lo personal se refiere, recibiendo un «apoyo exagerado de la gente», sintiéndose muy arropada. «Me han apoyado un montón de organizaciones, desde todo el movimiento vecinal, con la Federación de Barrios a la cabeza, que desde el primer momento, me apoyó, hasta a la Asociación Parque Goya, que es mi asociación y muchas más que me están escribiendo expresamente para mostrarme el apoyo. Aparte del movimiento vecinal, muchísimas más organizaciones», aclara.

Movilización

Han sido numerosas las movilizaciones que se han llevado a cabo para ayudar a Raquel. La Asociación Vecinal Parque Goya, de la que Tenías fue presidenta, ha conseguido reunir más de 20.000 firmas y ha promovido una campaña de apoyo y colaboración económica para sufragar los gastos de su juicio.

Muchos han sido los apoyos que recibe también a través de las redes sociales, con los hagstag @RaquelAbsolucion y #RaquelAbsolucion

También la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza llama a la solidaridad. De este modo, mañana miércoles 23 de noviembre, a las 19.30 horas en plaza España, se va a celebrar una concentración en la que se pedirá su absolución.

En la concentración se leerá el manifiesto a cargo de Marisol Aznar, de Oregón TV. «Es una forma de poder estar yo en persona y dar las gracias a todo el mundo, si soy capaz y no me echo a llorar, porque la verdad es que estos días estoy súper emocionada con todo lo que me llega», señala Raquel.

Detenida tras las Marchas de la Dignidad

Raquel Tenías fue detenida tras haber participado, como cientos de miles de personas, en las Marchas de la Dignidad del 22 de Marzo de 2014. Permaneció casi 72 horas en la Comisaría de Moratalaz en condiciones lamentables y sufriendo malos tratos, acusada de desorden público y rotura de mobiliario urbano. Posteriormente se le ha acusado también de atentado y daños a un agente de policía por lo que se le piden cuatro años de prisión.

Raquel fue detenida en una carga policial indiscriminada, tras haber finalizado la manifestación, cuando se dirigía a coger el autobús de vuelta a Zaragoza. Su detención fue absolutamente arbitraria y la falta de pruebas de los delitos que le acusan es clamorosa.

Activista vecinal

Nuestra compañera Raquel ha formado  parte del movimiento vecinal en Parque Goya, ocupando el cargo de presidenta de la Asociación de Vecinos Parque Goya y demostrando siempre su compromiso por la defensa de los intereses de los vecinos y vecinas del barrio.

También ha sido miembro del Secretariado de la FABZ  y ha estado vinculada Movimiento Social y Político de Zaragoza y Aragón. Sin duda esta trayectoria, y no los supuestos hechos de los que se le imputan, son la causa de la persecución de la que es objeto.

Desde su detención, Raquel ha recibido el apoyo de miles de personas y cientos  de organizaciones tanto de Aragón como del resto del Estado español. La concentración de este miércoles es  el último acto público de apoyo a Raquel en Aragón, antes de que se desplace a Madrid para ser juzgada por un delito que no cometió.