Preparemos la Ciudad
El reciente desbordamiento del “Barranco de la Muerte” con sus imágenes de pánico y destrucción, que afortunadamente no conllevó una gran tragedia en vidas humanas, a lo que se suma las inundaciones en diversas zonas de la ciudad y polígonos industriales, nos hacen pensar en los riesgos debidos a fenómenos extremos acrecentados por el cambio climático, van a ser recurrentes y más dañinos.
La ciudad tiene que adecuar sus infraestructuras, equipos de salvamento y protección civil, así como preparar con planes de autoprotección a la ciudadanía, y en especial para proteger a la población más vulnerable que son las personas mayores y la infancia. Es evidente que algo ha fallado en el diseño y situación de los nuevos barrios e infraestructuras y equipamientos públicos.
La ciudad y sus barrios rurales, tienen zonas de riesgo ya identificadas: inundaciones naturales por los tres ríos de la ciudad, inundación por una hipotética rotura del Canal Imperial, las debidas a intensas lluvias y escasa capacidad de las infraestructuras de desagüe y baja dotación de tanques de tormenta, las debidas al aumento del nivel freático en la margen izquierda, zonas edificadas en dolinas, etc.
A lo que se añaden las olas de calor, sequías y las elevadas rachas de fuertes vientos. Los riesgos están identificados, pero ahora hay que reestudiarlos a la luz de los informes científico-técnicos multidisciplinares. Habrá que dotar presupuestariamente todas estas medidas y las nuevas infraestructuras, con un gran acuerdo de ciudad con la debida participación ciudadana, y por cierto con premura, hay actuaciones en las recientes zonas afectadas que exigen una respuesta rápida. Lo que ha pasado puede volver a pasar, y que el “negacionismo” de la tozuda realidad de alguna fuerza política, no puede ser a costa de la seguridad de la ciudad y sus habitantes.
Como ya trasladamos en el día después de este grave evento, a los vecinos de la zona más afectada que cuentan con nuestra solidaridad vecinal y apoyo a sus reivindicaciones para garantizar su seguridad, y también a la nueva alcaldesa nuestra preocupación y voluntad colaborativa para buscar soluciones y alternativas. La FABZ está, como no podía ser de otra manera, dispuesta a aportar propuestas en la medida de su representatividad ciudadana, para hacer una ciudad más resiliente y segura ante los riesgos naturales venideros.
Manuel Arnal
Presidente de la FABZ y Licenciado en Geografía
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