Desde la inauguración de la plaza de la Memoria Histórica la Asociación Vecinal Torrero-Venecia denunció que el diseño de la plaza dejaba mucho que desear: en verano no tiene ninguna sombra, por lo que durante muchas horas no es utilizable; en invierno los días de cierzo no se puede estar en ella y si llueve se convierte en una pista de patinaje en algunas zonas.
Al menos entonces se conservó el laurel de la antigua cárcel, símbolo de esa memoria a la que la plaza estaba dedicada, pero luego el laurel se secó y el espacio que lo rodeaba ha quedado convertido en el basurero que se ve en las fotos. En 2015 la Asociación demandó que se instalara algún tipo de pérgola para proteger del sol y del calor, y jardineras para refrescar el ambiente. Aún están esperando. Y mientras tanto (¡ay, mientras tanto!): viento, sol, basuras, matojos, abandono, desolación…
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