¿Médicos, pacientes, ciudadanos?

Oct 15, 2024 | 0 Comentarios

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Todos somos pacientes para la administración. Y nos preguntamos: ¿Quiénes son los ciudadanos? Son estas personas que nacen y mueren, tienen su origen común y recorrido vital; tienen profesiones, sanitarias por ejemplo, o forman parte de la Administración; todas pertenecen a la ciudadanía. Tienen más o menos salud y en un momento dado son pacientes pero siempre son ciudadanía. Esta ciudadanía tiene derecho al acceso a una atención sanitaria pública. Una persona debe poder siempre participar de la sociedad en la que vive.

Nada de esto se ha planteado en Aragón ni por la Administración sanitaria ni en las movilizaciones impulsadas por sindicatos médicos corporativos que negando la participación ciudadana incluso han usurpado su papel de forma excluyente, ya que en su pacto explicitan que la mejora sanitaria “no se sucederá sin el acuerdo entre los profesionales directamente implicados en la práctica asistencial y la administración

Nos preguntamos ¿qué ha cambiado en los tres actores? La administración, las personas usuarias y el personal sanitario. La administración con la responsabilidad de la buena organización y la gestión con la deficiencia de recursos humanos, las listas de espera, etc,

Está acostumbrado el personal sanitario a dirigir y dar por entendido todos los aspectos y variables de por qué y cómo las personas puedan pedir cita para la atención sanitaria, y recae de nuevo la culpa del problema de saturación a la población.

La Atención Primaria es el filtro de la atención sanitaria y resuelve problemas graves y menos graves; la población se siente mal o regular independientemente de la valoración que pueda tener el personal sanitario.

Toda gestión que no pone en práctica los atributos de la Atención Primaria vigentes desde su creación: filtro de atención, longitudinalidad, (la población tiene accesibilidad a su profesional de referencia que lleva su curso de salud-enfermedad a lo largo de su vida), integralidad (ver a los pacientes globalmente, e intentar solucionar los problemas con todos los medios posibles al alcance para su diagnóstico y tratamiento), accesibilidad a los centros sanitarios y la coordinación con otros niveles sanitarios llevará al fracaso.

Y en eso estamos. Vemos la ciudadanía como quieren destruir la Atención Primaria fragmentándola con pérdida de la accesibilidad, longitudinalidad, con medidas que empeoran la calidad de la asistencia, sobrecargan todavía más al sistema sanitario, y alejan de la sanidad pública a la ciudadanía.

La propuesta lógica en estos momentos de pérdida de recursos humanos en la Atención Primaria es la implantación de la jornada deslizante en los centros de salud de cada zona de salud hasta las ocho de la tarde los días laborales. La jornada deslizante implica que un día a la semana una parte del equipo haga su trabajo por la tarde hasta las ocho los días laborales. Con esta medida no haría falta personal de Atención Continuada de cinco a ocho de la tarde los días laborales. Además se haría un turno los sábados hasta las 14 horas. Estas horas por supuesto remuneradas. A partir de esas horas habría asistencia en los llamados puntos de urgencia que ya lo hacían. Con esta jornada deslizante podrían ir a su médico por la tarde las personas trabajadoras de turnos de mañana. Además habría más huecos por las mañanas en centros con insuficiencia del número de consultas.

Otra propuesta es el pase del personal de Atención Continuada a los equipos de Atención Primaria. Vemos como las plazas de atención continuada no se cubren. Con esta medida aumentan los recursos en los centros de Atención Primaria y aumenta la satisfacción profesional.

Estas son medidas lógicas que satisfacen a la ciudadanía.

Aurelio Martín Ruíz, Médico de Atención Primaria, miembro de la Comisión de Salud de FABZ y de ADESPA

 

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