Intervención de Juan Carlos Crespo, representante de las entidades recurrentes a la modificación 175 del PGOU, en la Comisión de Pleno de Urbanismo del día 16 de noviembre de 2020, en seguimiento de la Gestión de alcalde y su equipo de Gobierno relativa a la licitación y enajenación de suelos hospitalarios
En primer lugar, queremos agradecer al Consejero su autorización para participar en esta Comisión, a diferencia de anteriores de Hacienda y Servicios Públicos y Movilidad en que nos fue denegada. Las entidades que interpusimos en su día el recurso contencioso-administrativo contra la modificación 175 del PGOU (formaciones políticas, y organizaciones sindicales, medioambientalistas, de defensa de la sanidad pública y movimiento vecinal) hemos solicitado intervenir en esta Comisión porque apostamos por la participación (máxime entidades como la FABZ con declaración de Interés Público Municipal).
Trasladamos nuestra sorpresa por la celeridad en la tramitación de todos los expedientes en tiempo record: desde la modificación del PGOU a la adjudicación y venta del suelo. Parece como si a alguien se le quemase la sartén.
La misma sorpresa por la modificación del PGOU, donde suele ser habitual que propietarios de suelos insten su modificación, pero en este caso al no ser propietario el Grupo Quirón del suelo por el que se ha interesado, ha sido de oficio el propio gobierno quien ha promovido la modificación, para poder legalizar la venta. Parece como si se hubiesen invertido los papeles y el Ayuntamiento de Zaragoza se haya preocupado más en defender intereses privados que el interés público.
Sabemos que el Ayuntamiento posee competencias residuales en materia sanitaria. Sin embargo, el Gobierno PP-Ciudadanos, con el respaldo de Vox, como si el espíritu santo les hubiese iluminado deciden modificar el plan para la construcción de un hospital privado. Y sin que el competente en la materia, la DGA, se haya posicionado claramente sobre la conveniencia de la construcción del hospital bajo criterios de sanidad pública. PP, Ciudadanos y Vox justifican la venta por el desarrollo económico, los puestos de trabajo a crear, etc. Por la misma regla de tres se podían recalificar los terrenos para instalar un casino (como el de Gran Scala) porque también generarían puestos de trabajo, daría soporte a la hostelería y establecimientos hoteleros…. Pero en este caso la blanca paloma apostó por la sanidad privada.
PP, Ciudadanos y Vox apuestan por un hospital privado. Pero ¿para qué? En el Pliego de Clausulas económico-administrativas no establece ningún requisito relevante, abriendo las puertas de par en par al adjudicatario. Les recomiendo que ojeen las clausulas del hospital de Alcañiz (donde se habla de quirófanos, UCIS, hospitales de día…) y las comparen con las que ha impuesto el Gobierno Municipal. Quienes entienden la sanidad pública como derecho universal, y no como una mera actividad lucrativa, concluyen que lo necesario es el refuerzo de la atención primaria frente a la hospitalaria, que dicho de paso está suficientemente cubierta en Zaragoza.
Y veamos a quien Zaragoza ha vendido sus suelos. ¿Quien es el grupo Quirón, o IDCSALUD? Y en última instancia quien es Fresenius: Una multinacional alemana a la que en 2019 el Departamento de Justicia de Estados Unidos acreditó ingresos “irregulares” por 21 millones de euros obtenidos gracias al pago a facultativos hospitalarios de Barcelona, Valencia y Santander. De éstos obtenían información privilegiada de concursos públicos, influían en la redacción de clausulas técnicas y en la deriva de pacientes a favor de Fresenius. Una empresa, que tras reconocer su responsabilidad, cerró con las autoridades americanas un acuerdo de no enjuiciamiento por violación de la ley de prácticas corruptas en 11 países, eludiendo responsabilidades penales y civiles, previo pago de 208 millones de euros. ¿Les suena de algo médicos que trabajan por la mañana en la Casa Grande, y que derivan a sus consultas de tarde a la Quirón previo pago de los correspondientes honorarios? Seguro que les suena.
Y recuerden que todavía no hemos visto toda la función. Aún quedan pendientes, auguramos, otros pelotazos urbanísticos con viejas clínicas y hospitales, algunos en el Paseo de Renovales.
En el colmo de los despropósitos, por utilizar una expresión benigna, PP, Ciudadanos y Vox se atrevieron a aprobar una modificación de créditos de 350.000 para modificar el gaseoducto de la parcela sanitaria en el mes de octubre, un mes antes de la adjudicación de la venta el 2 de noviembre.
Denunciamos un urbanismo a la carta, que se pliega a los intereses privados frente al interés público. A lo que se nos respondía que había muchas empresas interesadas y que la operación no era teledirigida. Al final ni 5, ni 4, ni 3, ni 2: una única oferta. ¿Se sorprenden de quien la ha presentado?
Dicen que Zaragoza es un pueblo, que todos nos conocemos. Y tanto que nos conocemos. Blanco y en botella: Recalificación para la Quirón.
Acertada intervención, salvo que he de hacer una puntualización que llevamos observando desde las AVV de ACTUR. Importante también mencionar la necesidad de reforzar la atención primaria como clave fundamental de cara a la prevención y protección de la salud. Pero que Zaragoza esté bien dotada de Hospitales hay que matizarlo mucho. Digamos que en Zaragoza hay un desequilibrio entre sectores hospitalarios y el Sector Zaragoza I se lleva la peor parte con mucha diferencia. El Sector I tiene como referencia hospitalaria el Hospital Royo Villanova. Un Hospital General de 200 camas con problemas de espacio, (las habitaciones que dan al norte son excesivamente pequeñas para ser ocupadas por dos camas) y problemas de camas para una población de más de 200.000 habitantes de la margen izquierda. Es un edificio de más de 70 años que se amplió y adaptó como se «pudo» como hospital de la Margen Izquierda en 1990 y actualmente, los avances tecnológicos en Sanidad requieren espacios con estructura más adecuadas, especialmente para determinados equipamientos que solo se pueden instalar en un edifico nuevo y resistente, en el que se pueda instalar un moderno bloque quirúrgico, un hospital de día, espacio para una UCI nueva, ampliar las salas de espera en el servicio de urgencias mientras los pacientes esperan para ser ingresados, o finalmente irse a casa, y más espacios para estancia de pacientes. Queda el refuerzo del hospital Provincial a donde se trasladan los pacientes que tras mucho esperar en sala, no pueden ingresar en el Royo Villanova y entonces son trasladados en ambulancia a ingresar al Hospital Provincial, también en caso de que allí haya espacio. Un periplo tremendo y tortuoso para el paciente. Para el Salud-Aragón esto está considerado como una forma de ingreso, para el paciente es un traslado hospitalario con el riesgo que comporta y gasto por traslado en ambulancia, tras una larga e incómoda espera. Sin referir a las molestias que se ocasiona al acompañante. Aquí también lo entendemos así, como no puede ser de otra manera. No nos pueden hacer comulgar con ruedas de molino. Por lo tanto, Zaragoza podría estar bien dotada de hospitales públicos si la margen izquierda tuviese buenas y actualizadas infraestructuras hospitalarias públicas. Lo que se hable de la especulación y pelotazo de un hospital privado nuevo, para luego una vez construido recalificar los terrenos del viejo… Se ve una serie de «pelotazos» en favor de lo privado con decisiones aceleradas, a un ritmo de relámpago, saltando normas, modificando normas y hasta interpretando la ética de forma endiablada, canta, canta y canta escandalosamente.
Insistir en que hay que reforzar el sistema de salud público y esto debería ser una prioridad de cualquier gobierno.