El pasado 15 de octubre, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, entregó a Presentación Torrecilla el nombramiento de Ciudadana Ejemplar en un acto en el que también recibieron esta distinción Valentín Pamplona, ex presidente de la Asociación Vecinal San Andrés, nombrado a título póstumo, y el club deportivo Stadium Casablanca. Estos galardones son concedidos tradicionalmente en las Fiestas del Pilar como reconocimiento a aquellos vecinos y vecinas que se han distinguido por su actividad en bien de la Ciudad. Presentación había sido propuesta por la Federación de Barrios y la Asociación Vecinal del Arrabal (VER MÁS). Transcribimos a continuación las palabras con las que Presen agradeció el premio recibido
Señor Alcalde, señoras y señores concejales, amigos y amigas:
En primer lugar quiero agradecer a la Federación de Barrios de Zaragoza y a la Asociación Vecinal del Arrabal que me hayan considerado merecedora de este reconocimiento, así como al Consejo de Ciudad y a todos los grupos municipales su apoyo.
Muchas mujeres zaragozanas se merecen tanto o más que yo este reconocimiento, pero mis buenos amigos de las asociaciones vecinales han decidido presentarme y es para mi un honor recibirlo en nombre de tantas mujeres de los barrios que como yo han trabajo duramente dentro y fuera de casa, criado los hijos y cuidado a las abuelas, y aun han tenido tiempo para participar activamente en las asociaciones, en las luchas y en los movimientos sociales.
Me considero pacifista; creo que la paz es mucho mas que la ausencia de guerra; es sobre todo justicia social. Por eso participe intensamente en la asociación de padres y madres de insumisos apoyando a los jóvenes que se negaban a coger las armas y hacer la mili.
Creo en la emancipación de las mujeres y reivindico que se debe luchar con firmeza y sin descanso contra la violencia machista que sufren tantas mujeres.
Creo que heredado la resistencia de mi madre y la rebeldía -misterios de la genética- de mi padre al que no llegue a conocer porque lo asesinaron los fascistas en agosto del 36 y cuyos huesos yacen en una fosa sin identificar.
La justicia social es uno de los motores de mi vida y la de mi familia.
De jovencita, con otras chicas del Centro Obrero San Voto, visitábamos a los huerfanos y los enfermos de tuberculosis llevándoles los pocos alimentos que podíamos conseguir. Trabaje en una fabrica de galletas donde fui elegida enlace sindical.
Miguel Ángel, mi marido, y yo hemos formado parte durante años de las Comunidades Cristianas de Base en torno a los sacerdotes obreros de la Parroquia de Belen. Junto a otros muchos vecinos y vecinas formamos la Asociación de Vecinos del Picarral y, en la medida de lo posible, participamos en la lucha por la democracia, por los derechos y libertades, y para conseguir educación, sanidad, transporte y servicios básicos, por un barrio digno y sin barro en las calles. Mucha gente, algunos estáis hoy aquí, dejó sus mejores años y grandes esfuerzos en aquel empeño. Sinceramente, en algunas épocas de mi vida el trabajo dentro y fuera de casa ocupaban la mayor parte de mi tiempo.
Tenemos un recuerdo imborrable de aquel esfuerzo colectivo y de toda la buena y luchadora gente que participaba, de las alegrías que compartimos en el campamento de Pineta de la asociación, y en otras muchas actividades.
Formé parte de la Comisión de Mujeres que consiguió la primera guardería del Picarral, y también de Acción Solidaria contra el Paro, con la CARITAS parroquial, así como en talleres ocupacionales para mujeres jóvenes
A mediados de los ochenta nos fuimos a vivir al Arrabal, donde hemos participado en la Asociación de Vecinos del Arrabal encargándome, por ejemplo, de la recogida selectiva del aceite de cocina usado para su reciclaje, mientras Miguel Angel participaba en la Comisión de Mayores y colaborando en la Federación de Barrios.
Quiero a mi barrio; me gusta que siga siendo un espacio de convivencia, acogedor e integrador con las personas emigrantes; me gusta conocer a los comerciantes y a las vecinas. Creo que es muy necesario asociarse para mejorar los barrios. Nada nos ha sido regalado. Me gustaría que los jóvenes se incorporasen a las asociaciones para defender barrios saludables, amables y con servicios adecuados y suficientes.
De nuevo muchas gracias por este reconocimiento.
0 comentarios