l pasado año, por estas fechas, la Asociación Vecinal de Arcosur, inició una serie de contactos con todos los grupos municipales y medios de comunicación con el objeto de conseguir la finalización de la calle Fuente de Neptuno de nuestro barrio, y así conectar Arcosur con la Feria de Muestras.
La distancia de 185 metros separa las calles del casco urbano con la Feria de Zaragoza. Hablamos de un nuevo acceso para nuestro barrio y para este equipamiento de ciudad, el cual, permitiría llegar en autobús urbano con tan solo alargar la línea 59 los días de Feria, logrando un ahorro considerable en transporte público para la entidad (actualmente el servicio de autobús al recinto ferial durante los días de exposiciones es sufragado por Feria de Muestras asumiendo el recorrido completo desde ésta hasta Puerta del Carmen).
Feria de Muestras se mostró muy interesada en la actuación, tanto por accesibilidad como por seguridad. Hay que recordar que durante los días de mayor afluencia del FIMA se habilita el acceso en precario, sobre tierra con las molestias que conlleva y la mala imagen que se llevan sus visitantes (en la foto: imagen de los atascos que se producen)
El Partido Socialista llevó a la negociación de los presupuestos de 2017 como enmienda las obras de finalización de la calle Fuente de Neptuno. La propuesta fue apoyada por todos los partidos de la oposición, todos. Finalmente se aprobó en una partida plurianual de 300.000 € para 2017 y 2018.
Nos encontramos a mediados de septiembre y el proyecto para finalizar la calle no se ha iniciado. Fuentes municipales indican que las obras que no se liciten, como pronto a principios de octubre, no verán la luz, Las de Fuente de Neptuno no tienen ni el proyecto redactado.
Todo apunta a que el Gobierno Municipal no tiene intención de cumplir con la Ley. Sí, con la Ley de Presupuesto de Zaragoza de 2017, ni con el acuerdo con sus socios de Gobierno, ni con ésta justa reivindicación de los vecinos de Arcosur, aprobada en asamblea vecinal. Éste es un claro ejemplo de no ejecución del presupuesto y, por ende, de un ahorro en la cuenta de gastos, con lo que anualmente el resultado es una reducción de la deuda y la congratulación por la buena gestión que se presupone. La operación no tiene mucho riesgo, un barrio con 4.000 habitantes no es representativo en el censo electoral.
Los jóvenes vecinos de Arcosur no han sido rescatados por ninguna «ciudad del cambio», como se nos anunciaba. Más cuando sufrimos las consecuencias de la crisis inmobiliaria, el endeudamiento de las administraciones públicas, los consiguiente servicios precarios y una carencia de equipamientos públicos alarmante en nuestros barrios. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Nada nuevo bajo el sol.
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