A pesar del aguacero que caía gratis para todos y todas, más de un centenar de personas se concentraron en la plaza San Felipe para protestar por el el escandaloso impuesto que puede multiplicar por tres el recibo del agua que pagan los hogares zaragozanos (ver artículo de Maribel Torrecilla en esta misma web).
Junto a los representantes de la Red del Agua Pública de Aragón (RAPA) -que convocaba el acto- Maribel Torrecilla y Mariano Mérida, intervinó en el mismo, como representante de la FABZ, Carmen Turégano quien leyó el siguiente comunicado:
CONTRA EL IMPUESTO DE CONTAMINACIÓN DEL AGUA
Los vecinos y vecinas de Zaragoza llevamos años contribuyendo a la mejora de la calidad del agua en Aragón, gracias a la puesta en marcha de nuestra depuradora, que hemos pagado puntualmente entre todas. Ahora quieren que volvamos a pagar por lo mismo.
En la FABZ no estamos en contra de los impuestos. Nunca lo hemos estado. Una sociedad sana depende de una correcta redistribución de la riqueza a través de un sistema impositivo proporcional y justo. Pero desgraciadamente eso no es lo que tenemos. Vivimos en un país en el que los que más tienen se libran de pagar impuestos, incluido hasta el propio fiscal anticorrupción. Da vergüenza. Pero eso sí, las que tenemos poco debemos pagar por todo: por lo nuestro, y por lo de ellos, por lo que ellos roban.
Así es como está consiguiendo el país salir adelante: ellos roban en los bancos, en Hacienda, en las autopistas, con facturas falsas, con engaños y estafas originadas en las adjudicaciones de obras y servicios públicos. Nosotras asistimos atónitas a esta podredumbre generalizada. Y después pagamos. Pagamos para reponer los miles de millones desfalcados, que ellos nunca devuelven.
En la FABZ no conocemos los pormenores de cómo se tomaron las decisiones que han llevado al desastre de este Plan de Depuración de Aragón, Pero sí que sabemos que son responsabilidad del Gobierno de Aragón, no de los habitantes de la ciudad de Zaragoza, y que son ellos y no nosotras quienes deben asumir los errores o incluso, si fuera el caso, los delitos que pudiera haber detrás de este caos millonario.
En lugar de eso, nos exigen que pagemos unos 150€ a partir de 2018 cada hogar zaragozano, solucionando así el problema y evitando que nadie se haga responsable del mismo.
Que quede esto bien claro: nos piden que seamos solidarios, pero no con el resto de los aragoneses. Lo que nos piden, lo que nos tratan de imponer, es que seamos solidarios con los “pobres políticos y empresarios” que han hecho mal su trabajo, y que como siempre paguemos nosotras por ellos. Hechos a propósito, o por negligencia, son sus errores, no los de los vecinos y vecinas de Zaragoza.
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FOTOS: CHARO JIMÉNEZ LAMBÁN
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