Reproducimos por sus interés el siguiente artículo de Claudia Thiele, de la Comisión de Mujer FABZ y AV. La Bozada, publicado en el Boletín de diciembre de esta Asociación Vecinal
¿Por qué este horror parece que no va a terminar nunca?
A mediados de noviembre murió asesinada a tiros una joven madre de 28 años, en Elda, Alicante. Había ido a buscar a su hijo de 3 años al colegio, donde también acudió su ex marido y padre de su hijo, que tenía una orden de alejamiento y que iba a ser llamado a declarar ese mismo día. Ella había puesto denuncia por incumplir dicha orden de alejamiento. Pero la protección que el Estado debería haber ejercido en este caso no llegó a tiempo, ni fue suficiente. Él le disparó repetidas veces en la cabeza, en presencia del hijo de ambos, y luego se suicidó estrellándose contra el muro del colegio.
¿Por qué este horror parece que no va a terminar nunca? Primero, porque no hay suficientes medios materiales para combatirlo, ni suficientes juzgados especializados, ni suficientes policías expertos. Pero eso no lo es todo. El patriarcado y sus reglas siguen vigentes desde hace siglos y el machismo emergente de ese magma patriarcal hecho de desigualdad, injusticia, poder, control y posesión sobre las mujeres condiciona a la sociedad, al periodismo, a la educación, a la justicia, a los políticos, a la literatura, a las letras de las canciones románticas, funestas para las chicas de ayer y de hoy, a la literatura y películas para niños, a las películas y series televisivas para adultos, etc. Porque es espeluznante ver como el machismo, después de tantas luchas aún continúa rebrotando entre los más jóvenes.
Llevamos desde el 2000 más víctimas por violencia de género que las que asesinó ETA en toda su historia.
¿Es esto tolerable? ¿Es plausible que este horror no haga explotar la sociedad por sus costuras? Que día tras día se repitan los asesinatos, a veces de hijos o hijas inclusive y ¿que no pase nada?
Las mujeres hemos hecho en su mayor parte el trabajo que había que hacer, desde la lucha por nuestros derechos dentro y fuera del hogar, en los trabajos, en los mercados y en las universidades, con nuestros hijos e hijas, educándolos para una sociedad más igualitaria, más libre, esforzándonos para que las chicas estudiaran y fueran independientes y autónomas, que consiguieran todo lo que no tuvieron sus madres y abuelas, que fueran libres. Algunas madres sostenían viejos roles en casa, pero esa actitud se entiende por la educación que había recibido, fruto de la falta de libertad vigente y el refuerzo de la religión.
Pero, por parte de los hombres: ¿qué se ha hecho? Muy incipientes son los grupos de análisis de “nuevas masculinidades” con el fin de intentar cambiar conductas, ideologías y roles arcaicos. La gran mayoría todavía mantiene estructuras mentales plagadas de ideología machista que pasan desapercibidas para muchos, inclusive chicas muy jóvenes que se dejan controlar por sus compañeros de clase (novios, amigos). También en el periodismo y los medios audiovisuales los machismos y micro machismos campan a sus anchas.
¿Qué podemos hacer? Educación en auténtica igualdad, detección y denuncia de todos los comportamientos machistas, igualdad en el mundo laboral, en el de la Educación, el periodismo, la literatura y el Cine. Toma de conciencia de los hombres de un asumible rol igualitario, solidario y empático. ¡Dejad de ser “machotes” para ser nuestros compañeros, simplemente eso!
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