La plataforma integrada por asociaciones vecinales y de comerciantes, de autónomos y de diversas organizaciones políticas, ecologistas y sindicales se concentrarán el próximo domingo, a las 12:00 horas en la plaza España, para protestar contra el outlet Torre Village que se quiere levantar en los antiguos terrenos de Pikolín. Además, impulsada por la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), se ha iniciado una recogida de firmas contra la instalación de más superficies comerciales en Zaragoza y en favor del pequeño comercio.

Las organizaciones han trasladado asimismo a los grupos municipales del PSOE y de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Zaragoza su posición contra dicho complejo comercial cuyo Plan Especial se someterá este miércoles a aprobación definitiva en la Comisión de pleno de Gerencia de Urbanismo.

En una rueda de prensa la concejal socialista Lola Ranera ya ha adelantado que presentará una propuesta alternativa a la que defiende el equipo de Gobierno de Zaragoza en Común para que salga adelante, mientras que C’s, según recuerdan fuentes del partido en una nota de prensa, tiene pendiente fijar una posición definitiva.

Luto en los comercios

Ante esta situación, los convocantes de la protesta informan de que numerosos comercios de la ciudad han comenzado a colgar crespones negros o a mostrar sus escaparates completamente de luto como en el barrio de Las Fuentes.

Estos colectivos justifican su rechazo en que Zaragoza es en la actualidad la ciudad de España con más metros cuadrados de gran superficie comercial por habitante, por lo que aumentar la saturación de grandes superficies «estrangulará aún más» al pequeño comercio.

Explican que la riqueza que genera el pequeño comercio se mantiene en la ciudad mientras que los beneficios empresariales de grandes multinacionales no se mantienen en Zaragoza.

Pérdida de empleo

En el caso del proyecto de Torre Village aseguran que afectará directamente, no sólo al empleo en el pequeño comercio, sino al de otros centros comerciales en la ciudad que en la actualidad «se mantienen en un estado comatoso» por lo que en términos netos «se perderá más empleo del que se genera».

Según la plataforma existen informes de la Universidad de Zaragoza que cuestionan la viabilidad técnica del proyecto por la existencia de dolinas que no permitirían el uso que se pretende dar a los terrenos.