Es el segundo Día Mundial de la Salud, no de la sanidad, que nos pilla en pandemia, sin poder realizar actos, conferencias, etc. El año pasado hubo que suspender los actos que se habían preparado, y este año, ni eso

COMISIÓN DE SALUD FABZ

El Día Internacional se creó para, por un lado, denunciar y concienciar a la sociedad sobre las diferencias que existen en el mundo en temas de salud, y su influencia en la calidad y esperanza de vida; por otro, para crear estrategias y programas internacionales que equilibraran la balanza entre el Norte y el Sur.

¿Por qué?, os preguntaréis. Pues ahora con el COVID tenéis la respuesta.

Vivimos en un mundo global en el que las enfermedades, virus, insectos y animales se pueden trasladar de un continente a otro en cuestión de horas.

Eso implica, que cuando se produce una pandemia mundial, no basta que en los países desarrollados nos curemos, pues la enfermedad estará al otro lado de nuestras fronteras, creando cepas nuevas que nos pueden volver a infectar en cualquier momento.

También ha dejado a la luz las vergüenzas de los países desarrollados.

Por una parte, una Sanidad Pública en crisis, sin recursos, con estructuras obsoletas y poco flexibles, falta de personal y de financiación, tras años de recortes y privatizaciones.

Por otra, una dependencia total de la producción extranjera, provocada por el cierre de empresas y laboratorios en España y Europa, para llevar la fabricación a países con gastos de producción más baratos y sin control.

También ha mostrado la desvergüenza de la sanidad privada, alentada y apoyada económicamente por los mismos políticos que deberían velar por la Sanidad Pública, proporcionándole una suficiente financiación, y personal, así como velar por su eficacia, su nivel de atención y bajas listas de espera.

Y finalmente, ha hecho evidente la falta personal sanitario, debida a una política educativa universitaria que titula a profesionales que escasamente pueden cubrir las vacantes de la Sanidad Pública, sin exigirles además la dedicación exclusiva en la Sanidad Pública.

Pues eso, este Día Mundial de la Salud se creó —qué ironía— en 1984 para  concienciar sobre las enfermedades mortales mundiales y potenciar hábitos saludables en las personas. Y aquí estamos en 2021, sin habernos concienciado ni aprendido nada.