Artículo de opinión del presidente de la FABZ, Manuel Arnal, publicado en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN el viernes, 16 de octubre
Sin fiestas
La sociedad zaragozana necesita urgentemente una vacuna de optimismo para el futuro cercano
En lo que llevamos de año la ciudad ha vivido situaciones impensables en la mente colectiva de sus habitantes, dolor y pérdida de seres queridos, confinamiento, graves consecuencias económicas y pocas alegrías.
No solo se han suspendido las fiestas de barrios, también su fiesta mayor, los Pilares que no solo son una tradición religiosa, son una reafirmación identitaria y lúdica colectiva, que desde las últimas décadas también han supuesto una gran demostración de organización, participación popular y de sinergias económicas para la hostelería y también para la cultura y la «marca de ciudad». En esta difícil situación debemos trabajar para la ciudad y sus habitantes dando solución a los problemas del día a día, pero también para su futura recuperación social y económica.
El acuerdo por el futuro de la ciudad de junio supuso con sus 286 medidas, un esfuerzo de muchas fuerzas políticas, sociales y económicas para sentar las bases de esa recuperación, pero a veces da la sensación que desde el equipo de gobierno municipal se trabaja con un discurso victimista, obviando la colaboración con las otras organizaciones suscribientes del acuerdo y de manera más propagandista que efectiva.
La sociedad zaragozana necesita urgentemente una vacuna de optimismo para el futuro cercano, evidentemente lo primero es luchar contra la pandemia con todos los esfuerzos y medidas necesarias, con el bien común y el interés general por encima de gremialismos y de intereses espurios que ven en esta terrible situación una oportunidad.
El pasado día 1 se celebró, con más pena que gloria, el Día internacional de los mayores y la FABZ lanzó el mensaje de un futuro entre generaciones, con el que queríamos llamar a los vecinos y vecinas a la solidaridad con las generaciones precedentes.
Hoy más que nunca hay que recordar que no estamos para fiestas, ni públicas ni privadas, pero también hay que dar un mensaje de ánimo y esperanza, esto pasará, y nuestra querida ciudad volverá a celebrar sus fiestas, esperando que más cohesionada socialmente, sostenible, participativa y alegre.
https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/opinion/sin-fiestas_1440237.html
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