Gobierne quien gobierne la Sanidad Púbica se defiende
Las listas de espera matan
La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza participará en la MANIFESTACIÓN convocada para el jueves 25 de abril, a las 19 horas, en la plaza Aragón, por la Mesa Aragonesa de la Sanidad bajo el lema Gobierne quien gobierne la Sanidad Púbica se defiende. Las listas de espera matan
COMUNICADO
LAS LISTAS DE ESPERA MATAN
Miles de personas viven una situación de angustia a la espera de ser diagnosticadas o intervenidas. Llevamos años avisándolo: nuestra salud está en grave peligro porque la sanidad pública sigue en proceso de privatización. La estrategia consiste en deteriorar intencionadamente lo público y no dejarnos más remedio que recurrir a lo privado para obligarnos a pagar, pagar y pagar. Todos los gobiernos de turno han colaborado en este saqueo porque todos comparten intereses con las empresas del sector. Es un error dejar nuestro derecho a la salud en manos de las propuestas que apuestan por una privatización aún más agresiva. La solución tampoco está en los discursos grandilocuentes y sus palabras vacías. Solo la lucha unitaria de las personas afectadas (trabajadores sanitarios y pacientes) puede frenar esta situación y recuperar lo que hemos perdido.
Mientras la sanidad privada se expande.…
Entre 2006 y 2015, durante los 10 peores años de la crisis, los beneficios del sector de la sanidad privada aumentaron un 42%. Actualmente representa el 29% del gasto sanitario total, su volumen de negocio crece cada año en torno al 4% y la partida pública de “conciertos” representa el 26% de su facturación.
A día de hoy, esa “prosperidad empresarial” posee el 57% de los hospitales y el 33% de las camas, realiza el 29% de las intervenciones quirúrgicas, atiende el 23% de las urgencias, dispone del 56% de las RM (resonancias magnéticas), el 48% de las PET (tomografías para detectar tumores) y el 36% de los TAC (pruebas de contraste).
… la sanidad pública se deteriora:
El último informe de expertos sobre las listas de espera en Aragón anuncia una mejora en las cifras: si 2017 terminó con 19.818 personas esperando a ser operadas (de ellas 1.696 superaban los 6 meses), en 2018 eran un 2,2% menos (19.391 personas en total – 1.864 superando los 6 meses). Pero lo que ese informe no indica es que el 4% (2017) y el 5% (2018) de las intervenciones se derivaron a la privada. Tampoco están incluidas en los datos todas esas personas que están pendientes de ser incorporadas a las listas de espera oficiales. Tampoco se especifica que en algunas especialidades quirúrgicas y consultas (Obesidad mórbida, Traumatología, urología, consultas de cardiología, revisiones de endocrinología, oftalmología…) la espera llegar a ser de años.
Se llevan a cabo medidas perversas para presionar a los pacientes y favorecer las derivaciones. SE han detectado algunos casos de paciente que, mediante el “centro de llamadas”, al negarse a ser operado en la privada se les ha sacado de la lista por renuncia voluntaria.
Podemos concluir entonces que, en primer lugar, las cifras reales se están ocultando y, en segundo lugar, el número de pacientes que no están siendo asumidos por el SALUD aumenta.
Un mes antes de las próximas elecciones se anunciaba otra partida de 2,5 millones de euros públicos destinados a la privada para derivaciones. Tengamos mucho cuidado con las listas de espera porque son un arma electoral. Tengamos siempre presente que las listas de espera solo son la punta del iceberg. Lo que explica la situación de deterioro estructural de la sanidad pública es un expolio continuado que trasvasa cantidades ingentes de dinero a manos privadas.
En los hospitales, lo recortes sufridos durante estos años son patentes (en el H. Clínico la suspensión de actividad vespertina supuso retrasar 100 intervenciones semanales). En lugar de fomentar las plazas fijas y las platillas estables, reina la temporalidad laboral y los contratos eventuales. Faltan recursos materiales, faltan profesionales y sobra sufrimiento físico y psicológico. La media de enfermeros/as por cada 1.000 habitantes es 5,3 y abundan las denuncias por falta de especialistas – sobre todo en Teruel, Alcañiz, Jaca o Barbastro.
La población en Teruel sigue pendiente de sus nuevos hospitales que han empezado a construirse gracias a su lucha constante con la incertidumbre de cuando podrán disponer de estos recursos y vigilantes de que no privaticen su gestión (recordemos que de los 11,7 millones que se derivaron a la privada con el “plan de choque” de 2014, 1,5 millones iban a ser para la construcción del hospital de Teruel).
En atención primaria, la espera llega a ser de una semana y la saturación de jornadas de trabajo no permite ofrecer una atención de calidad al paciente. Esta situación se agrava en las zonas rurales, en las cuales pasan momentos de penuria extrema con escasez de medios y personal
Sigue habiendo una sanidad que fomenta la exclusión mediante la aplicación de copagos que penalizan la pobreza y divide a los pacientes en categorías. Los sectores más afectados son los pensionistas, las rentas más bajas, los enfermos crónicos, los pluripatológicos y las personas en situación administrativa irregular (obligadas a asumir el 40% sin el límite máximo y cuyo acceso a la lista de trasplantes se regula por separado). Se ha demostrado que la mayor parte de estos pacientes renuncian a los tratamientos prescritos por no poder asumir su coste.
Es necesario también empezar a hacer una consideración completa de los determinantes de la salud de la población para combatir los factores económicos, laborales, sociales y ambientales causantes de muerte y enfermedad. Las precariedad de nuestras vidas nos está haciendo enfermar. Las más de 40 muertes de trabajadores a causa del amianto en Aragón o las 93.000 muertes anuales por contaminación en el estado español son un claro ejemplo.
El problema de las listas de espera puede abordarse y resolverse incluso reduciendo el gasto sanitario, pero para hacerlo hace falta tomar medidas de sentido común y utilizar al 100% los recursos existentes en el Sistema Nacional de Salud (quirófanos, tecnología, etc.). Por todo lo anterior, los colectivos de Aragón en defensa de la sanidad pública y contra su privatización hacemos un llamamiento a todas las personas afectadas para exigir:
Una dotación suficiente de trabajadores para acabar con la sobrecarga laboral y garantizar una atención de calidad al paciente.
La creación de un turno de tarde en los hospitales. Rendimiento de los centros públicos al 100%.
Establecer de garantías y plazos para la atención.
Asignar y entregar un código al paciente que garantice su entrada inmediata en la lista de espera.
Democratización y transparencia absoluta del SNS en datos, actividad, gastos, calidad, y adjudicaciones.
Incompatibilidad para que los profesionales públicos trabajen en la privada. Dedicación absoluta a la sanidad pública.
Eliminar el copago y cualquier tipo de exclusión sanitaria. No penalizar la pobreza ni crear categorías de pacientes.
Prohibir los conciertos y las fórmulas de colaboración público–privada. Recursos y provisión de servicios 100% públicos. Derogación de la Ley 15/97.
Todas estas medidas son urgentes e innegociables, pero no suficientes. Las listas de espera matan porque la privatización de la vida mata. Los derechos no se “recortan”, no deben ser “rentables”, no se ”gestionan eficientemente”, no se “externalizan” y no son objeto de “inversión”. Estos son criterios empresariales que se mueven en la lógica del coste y el beneficio. La salud es un derecho, no es su negocio. Los derechos se pierden si no se defienden.
¡GOBIERNE QUIEN GOBIERNE
LA SANIDAD PÚBLICA SE DEFIENDE!
La Mesa Aragonesa de la Salud la forman: Asociación en Defensa de la Sanidad Pública de Aragón (ADSPA) – CGT Sanidad – Comisión de Salud de la Federación Asociaciones de Barrio de Zaragoza (FABZ) – Foro de Presidentes de los C.S.Z. – Plataforma por la Salud Mental – Plataforma contra la Privatización de la Sanidad en Aragón.
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