Asociaciones vecinales y migrantes se manifestarán conjuntamente por la situación en el Parque Bruil

Sep 16, 2025 | 0 Comentarios

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“Soluciones al sinhogarismo. Por la dignidad de todas las personas” son los lemas de la manifestación convocada para el jueves 18

Las asociaciones vecinales del entorno del Parque Bruil y la Madalena, junto con la Federación de Barrios y el Movimiento Antirracista de Zaragoza han convocado una manifestación para exigir soluciones al problema de sinhogarismo que se da desde hace tiempo en el citado parque.

 La manifestación partirá el próximo jueves 18 de septiembre a las 19:00 horas desde la puerta del Centro de Historias en C/Asalto, y finalizará en la Plaza del Pilar frente al Ayuntamiento. 

Desde las entidades convocantes (Colectivo Vecinal Parque Bruil, Asociación Vecinal Parque Bruil – San Agustín, Asociación Vecinal de la Madalena, FABZ y Movimiento Antirracista de Zaragoza) destacan que “el acto pretende lanzar un mensaje de colaboración entre vecindario y migrantes para hacer frente a un problema causado por el abandono institucional”, tal como se desprende del manifiesto que se leerá al final de la manifestación, que es el siguiente:

MANIFIESTO Parque Bruil 18 de septiembre

¡Vecinas y vecinos! Hoy salimos a la calle para dar voz y visibilidad a nuestro barrio, a quienes lo habitamos, pero también queremos dar voz a las personas que han venido huyendo de cualquier discriminación, de una situación de miseria o de un conflicto armado y han encontrado refugio en el Parque Bruil.  No solo hablamos de personas migrantes, ya que muchos son españoles a los que el sistema ha abandonado.

Damos voz a las personas que buscan empleo de temporada, a las que ya tienen empleo, pero no pueden pagarse un techo, a las que han echado de su techo por no poder pagarlo, a las que sufren problemas de salud mental o adicciones y están atrapadas en la indigencia… 

Damos voz a estas personas para las que un colchón es toda su vivienda y la soledad, su única compañía frente al abandono institucional. Un abandono que les condena a vivir en precario, prácticamente sin esperanza de alcanzar unas condiciones dignas de vida y un hogar en el que habitar.

El pasado 28 de julio, los vecinos de la calle Taboada sufrieron un incendio devastador que calcinó más de una decena de coches, ennegreció fachadas y dejó a muchas viviendas y familias sin agua ni luz. La respuesta del Ayuntamiento fue, una vez más, silencio e inacción, frases vacías en una circular, nada más. Cinco semanas sin agua y mes y medio sin agua caliente, y a día de hoy siguen sin comunicar la versión oficial del origen del incendio. Los vecinos necesitamos respuestas y apoyo. ¡Todavía lo estamos esperando! 

El Ayuntamiento permite que se pernocte con todo tipo de objetos inflamables en espacios privados y comunitarios, sin aplicar ninguna medida; bueno, sí, conceder, tras varios años solicitándolo, el permiso para colocar rejas en las zonas de paso para mejorar nuestra seguridad. Pero el problema de las personas sin techo continúa sin resolverse. El temor a que se repita un suceso similar sigue latente: el temor a volver a vivir una tragedia que podría haber costado vidas.

Esta circunstancia, además, repercute en la vida cotidiana del barrio. Las calles y los parques se convierten en refugio improvisado, con consecuencias para la convivencia y la seguridad de todos. Pero insistimos: las personas sin hogar no son culpables, son víctimas del abandono institucional y de un sistema que deja a demasiada gente fuera. La responsabilidad de buscar soluciones no puede recaer en quienes menos tienen, ni tampoco en un barrio concreto; la responsabilidad es de las administraciones, que deben garantizar derechos, integración y convivencia.

La pasividad institucional es evidente. En lugar de ofrecer soluciones habitacionales y apoyo real, se han limitado a desplazar el problema de un lugar a otro, ocultándolo en vez de resolverlo. En vez de buscar alternativas a un Albergue municipal saturado derrochan el dinero público en pompas y espectáculo. Es urgente que se refuercen y diversifiquen los recursos de acogida y los servicios sociales, evitando que la carga recaiga únicamente en unos barrios, y asegurando que nadie se quede sin techo.

¡Y no vamos a abandonar tampoco a nuestros mayores!  En las casas del grupo Aloy Salas viven personas con movilidad reducida que apenas pueden salir de sus hogares porque sus edificios carecen de ascensor. No cuentan con ayudas ni recursos para instalar uno y los fondos europeos eran su última esperanza. ¡Esto es el hoy! Dentro de unos pocos años seremos muchos más los que nos sintamos prisioneros en nuestros propios hogares… ¡Es una condena al aislamiento que no podemos permitir!

Por todo ello, nuestras demandas son claras y firmes:

  1. Reclamamos una coordinación real con el Colectivo Vecinal Bruil – Aloy Salas – Tenerías, que conoce de primera mano la realidad del barrio.
  2. Reclamamos el esclarecimiento y respuesta inmediata sobre el incendio en la calle Taboada.
  3. Reclamamos recuperar el Parque Bruil como espacio de convivencia, disfrute y respeto para todas y todos.
  4. Reclamamos la gestión de nuevos fondos europeos y garantizar que lleguen de verdad al barrio para mejorar la vida de sus vecinos, especialmente a los mayores que viven encerrados en sus casas por falta de recursos y ascensores.
  5. Reclamamos la resolución inmediata de la situación de los jóvenes solicitantes de asilo que siguen esperando un lugar digno donde vivir. Gestionar el sistema de citas de solicitud de asilo de una forma más efectiva y buscar alternativas para los que no han podido acceder al asilo, pero pueden formar parte activa de la sociedad.
  6. Reclamamos la ampliación de recursos de alojamiento y atención para todas las personas sin techo, sin importar su origen, incluyendo a quienes trabajan, pero no pueden acceder a una vivienda. El albergue municipal dispone de 32 camas que no se usan y se podrían crear otros centros provisionales de alojamiento de emergencia, especialmente ante la llegada del frío.
  7. Y reclamamos un apoyo social efectivo, programas de salud mental y medidas de integración que ataquen las causas de la exclusión.

Queremos un barrio donde nadie quede atrás. Un barrio justo, solidario y digno. Porque cuidar a quienes viven en la calle es también cuidar de la convivencia, la seguridad y el bienestar de toda la comunidad.

Hoy decimos alto y claro: no queremos exclusiones ni criminalizaciones, queremos soluciones. Nuestro barrio no puede seguir siendo el escaparate del fracaso político. Queremos un barrio digno para todos: para quienes tienen casa y para quienes la han perdido, para quienes llegaron buscando refugio y para quienes llevan toda la vida aquí.

No aceptamos más excusas, no queremos más silencios: exigimos soluciones. Somos un barrio solidario y justo, pero también firme y organizado. Y no vamos a callar hasta que la palabra dignidad se convierta en una realidad para todos.

Nuestro barrio resiste, se organiza y sueña con dignidad.

¡La esperanza es nuestra lucha y la lucha está en el barrio!

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